Soy la mujer de un camionero....
Siento que he aprendido a amar cada centímetro recorrido...a través de él...mi marido. Me siento impotente ante la situación que nos toca vivir...que la vida nos brinda. Soy su compañera, amiga...amante. Yo como nadie puedo sentir su ausencia...muchas veces eterna. Pienso que ya es bastante doloroso vivir así y no obstante, a pesar de todo; sentimos que estamos en una ratonera...o vía sin salida.
Me gustaría saber quién decide las normas. Quién se preocupa de éstos seres humanos, que se juegan la vida en un segundo...Con horas mal dormidas, comidas realizadas de cualquier manera y en cualquier situación...Viviendo pendientes a pulso de tácografo..luchando por sacar delante a sus familias.
Todo ello para conseguir llevar su carga hasta los mercados, para que no falte ningún producto en nuestra sociedad...Es triste...triste pensar...que nadie se acuerda de ellos...
Pero a ningún nivel...puesto que no dudan en ningún momento en subir los impuestos. Ya que van sacando normas, leyes y restricciones que se suponen que son para aumentar su seguridad... Permitirme que lo dude...
Los que tienen el poder no pueden saber lo que es eso...Intentar llevar una vida digna en 2 m2, intentando conservar su propia estabilidad emocional...su familia, sus amigos, sus jobis, su ilusión...su VIDA...
No pueden saber que se siente cuando tu trabajo te deja a tres horas de tu casa, siendo el responsable de la carga...No podiendote mover de allí...No poder dejarla...Y sientes el latido cercano de tu familia...de tu mujer. Puedes notar su calor, casi sin hacer ningún esfuerzo...En esos momentos de desesperación, se puede llegar a sentir el eco de sus voces...transportadas por el viento.
No saben lo que es vivir bajo el yugo del tácografo...que con ritmo constante y pausado... esclaviza cada suspiro de tu vida...Por que él te va marcando las horas y una vez ya cumplidas, las que te corresponden por tu trabajo semanal, te obliga a parar...Donde sea, en cualquier gasolinera...y te ves agarrando el volante con más fuerza, deseando simplemente que haya un aseo que funcione...
Mis palabras pueden parecer exageradas...pero por desgracia...no lo son.